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Teresa Allen
Edad: 31
Ocupación: Presentadora de informativos
Personalidad: Teresa es la chica que siempre ha hecho todo lo correcto. Es seria, competente y pone lo mejor de sí misma tanto en su trabajo como en su vida personal. No es tímida (puedes mantener una buena conversación cordial con ella) pero no se abre fácilmente a los demás. El hecho de que sea callada la hace parecer pacífica, pero en realidad tiene un carácter bastante fuerte, si se la provoca.
Biografía: Teresa siempre quiso ser periodista, desde muy niña, cuando su mayor afición era armarse con una grabadora e ir narrando las noticias de su barrio en plan reportera y hacer shows de televisión con sus peluches, además de escribir. Eso la ayudaba a pasar las horas, puesto que no fue una niña con demasiados amigos, arrastrada por los constantes viajes de trabajo de sus padres, representantes de artistas, y por el hecho de que siempre tenía que ser la mejor, lo que conllevaba montones de clases extra y muy poco tiempo para divertirse.
A los dieciocho Teresa ya estaba bastante harta de todo y decidió romper: recogió sus cosas, se fue a la universidad de Berkeley a estudiar periodismo y a su familia le dijo adiós muy buenas (ellos tampoco se inmutaron demasiado). Fue en esta época en la que aprendió a cuidarse sola y a creer que sus ideales y sus sueños serían lo que la guiasen en la vida, su razón para tirar adelante, así que aprendió a cuidar de ellos y a seguir sus corazonadas. Lo del trabajo duro para llegar hasta ellos ya se lo habían inculcado en casa, aunque Teresa jamás lo admitirá.
Con un expediente académico bastante bueno, pero con experiencia nula, Teresa empezó profesionalmente desde abajo. Fue becaria en cadenas locales, de ahí pasó a redactar noticias, de redactarlas a darle voz a algunas como corresponsal, y entonces llegó Cavanaugh. Un tipo que sólo le dijo: eres demasiado buena para desperdiciar tu talento sosteniendo un micrófono en el desierto de Arizona. Acababa de nacer una nueva cadena, la MBC. Y ella fue de las primeras en formar parte. Cumpliendo sus sueños, por fin.
Esta devoción a su sueño ha provocado que ahora se vea con treinta años y se dé cuenta de que ha descuidado sus relaciones personales. No tiene amigos demasiado cercanos, y de pareja ya ni hablemos. De hecho, apenas si se siente que empieza a encajar en Los Ángeles.
Imagen: Liv Tyler
Llevado por: Sara