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Elle Johnson
Edad: 39
Ocupación: Jefa de estilismo de la cadena
Personalidad: Es lanzada y deslenguada. Nerviosa, con brío, algunos achacan su genio a que está amargada porque le falta muy poco para los cuarenta, ha perdido su antigua carrera como modelo y está soltera y sola. Nada más lejos. Elle tiene ese genio de fábrica, además es su forma de expresar la fuerza y decisión que tiene para todo. Además, confía en no estar sola mucho tiempo. La MBC está concurrida de buen género y a ella le encanta flirtear...
Biografía: Una de las primeras cosas que le dijeron a Elle en su vida es que era guapa. No sólo lo decía su madre, su abuela, sus familiares cercanos y sus vecinos. Con trece años los albañiles de las obras ya le silbaban desde los andamios, incluidos sus propios primos. Con la adolescencia se convirtió en pelirroja guapa y con carácter, aquella a la que todos los chicos de su barrio de Nueva York se querían tirar pero que sólo se iba con los que ella seleccionaba y se quitaba al resto de enmedio con un buen bofetón a tiempo. Lo de quitarse a los chicos de enmedio se lo había enseñado su madre, que no quería que su hija pasase por lo mismo que ella, un polvo, adiós muy buenas y un embarazo a los dieciocho. Teniendo en cuenta lo jodida que había sido su vida, con poca pasta y mucho trabajo, Elle se lo tomó en serio. Ella aspiraba a otra cosa. A tener dinero y ser famosa, tal vez. ¿Y no era tan guapa como decía todo el mundo? Ahorró sus pagas para pagar a un fotógrafo, se hizo un book y lo mandó a todas las agencias de modelos que aparecían en el listín telefónico.
Quizá fue su desparpajo o lo bien que le quedó la sesión de imitaciones (se disfrazó de Marlene Dietrich, Audrey Hepburn y de Madonna), que la llamaron. Consiguió varios trabajillos, de menor cuantía, para diseñadores locales y catálogos de grandes almacenes. Tres años después aún no había conseguido una pasarela importante y en contra de los consejos de su madre, decidió hacer algo que podría cambiar su vida: enrollarse con su representante para que le consiguiera un desfile. Se lo consiguió, pero un mes más tarde la mujer de su representante se había enterado del escarceo y le metió una demanda de divorcio que lo dejó pelado obligándole a cerrar la agencia. Al menos, tuvo la delicadeza de desviar a Elle a un amigo suyo del negocio. Este se llamaba Andrew Black y se quedó loco con Elle desde el primer momento. Le aseguró una fulgurante carrera durante un par de años. Pasarelas, anuncios, incluso llegó a ver a Versace de lejos una vez. Elle era feliz. Black no sólo era un gran representante sino también se convirtió en una excelente pareja, tanto que Elle se planteó dejarlo. Casarse con él, formar una familia, dedicarse a la agencia con él. Dejó su corta carrera a finales de los noventa. En el 2003, "Andy" ya se había buscado a otra modelo, a la que definió como "un coñito más manejable y que está dispuesta a meterse los dedos para mantener su peso". Con lo cual Elle se quedó compuesta y sin novio, con más de treinta y sin ser lo suficientemente famosa como para que la quisieran a esa edad... con lo cual tocaba empezar de nuevo.
Por suerte, le quedaban los suficientes conocimientos de moda y estilo como para ganarse la vida de otra manera. Puso un negocio de imagen personal y finalmente, hace un par de años, entró en la MBC por mediación de una ex-compañera de los tiempos de modelo que conocía (se había tirado una vez) a Joe Cavanaugh.
Imagen: Kate Walsh
Llevado por: Sara